LOS BURRITOS DEL MIRACIELOS
Cuando eramos niños, en nuestros pueblos, el burro era imprescindible para ir a por agua, a por leña, recoger cosechas en el campo, etc., no había tractores como ahora, y los coches o camiones eran casi inexistentes. Casi todo se hacía con los burros.
Como homenaje a estos animales que tan buena labor hicieron y dado que son muy dóciles, coquetos, curiosos y cariñosos con todos y en especial con los niños, desde hace unos años los hemos incorporado a nuestro staff, proporcionándoles una vida muy placentera, disfrutando cada día de la buena alimentación y el descanso.
Si vienes a visitarnos te encantará acariciarlos, darles de comer y hacerte fotos con ellos, son muy agradecidos…y recuerda: “el rebuzno de un burro jamás ofende”
Si quieres enviarles algún mensaje o realizarles alguna pregunta sobre su mundo y aficiones, te dejamos sus emails, te contestarán con mucho gusto: